Quito, la capital del Ecuador, conmemora el 6 de diciembre 486 años del evento de la fundación española por Sebastián de Belalcázar como San Francisco de Quito. Este día corresponde a una fiesta local dentro de Quito y es considerado como un día no laborable.
San Francisco de Quito es una de las ciudades más bellas del mundo, por su tradición y cultura. Ha seducido a propios y extraños, ganando calificativos de cariño y reconocimiento como: "Carita de Dios", “La Ciudad de la Mitad del Mundo” o la “Ciudad del Sol (Inti)” por su posición geográfica privilegiada, Es la primera ciudad declarada, junto a Cracovia en Polonia, como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el 8 de septiembre de 1978.
Sin embargo, la historia de Quito comienza mucho antes del 6 de diciembre de 1534.
La historia de Quito milenario se remonta a los primeros habitantes que poblaron las regiones orientales del Distrito alrededor del año 1030 a.C., en el sector de lo que hoy se conoce como El Inca. Si bien existen restos arqueológicos que demuestran que la ciudad estuvo poblada durante siglos, se desconoce el momento exacto de su fundación.
Antes de la llegada de Los Incas, Quito estaba conformado por una importante confederación como los Kitus o Quitus que habitaban las laderas del Volcán Pichincha.
Las teorías actualmente sostienen que en la hoya de Quito se localizaban once señoríos independientes, formando un anillo en torno al centro de intercambio.
Aunque no hay evidencias definitivas, podría ser que dichos señoríos hayan estado confederados en cuatro grupos, siendo los del sur los más complejos y poblados. Se trata de asentamientos importantes rodeados por otros de menor jerarquía. Hacia la zona de Tumbaco, se ubican los señoríos del El Inga, Puembo y Pingolquí; hacia los Chillos: Ananchillo (Amaguaña), Urinchillo (Sangolquí) y Uyumbicho; hacia el norte: Zámbiza (probablemente asentado donde hoy está el pueblo de Zámbiza), Cotocollao, Nayón y Collahuazo (cerca de Guayllabamba); y hacia Machachi: Panzaleo. La relación entre señoríos de la región de Quito no era jerárquica, sino el producto de alianzas horizontales en los cuales el intercambio era fundamental.
Todas la evidencias sugieren que tenían un alto desarrollo económico, social, político. Hay restos de obras de ingeniería de importancia considerable, como terrazas agrícolas de las laderas del Pichincha, y sistemas de camellones en los lechos desecados de las lagunas de Turubamba e Iñaquito. Su presencia delata la intensificación de la agricultura para sostener el crecimiento poblacional, y una organización política jerárquica y dependiente de un curaca mayor.
Donde hoy es la ciudad de Quito funcionaba un centro de articulación en el que convergían los mindalaes, que cotidianamente venían desde tierras de los yumbos del norte (Nanegal), de los yumbos del sur (Alluriquín), de los panzaleos (de Tumbaco), de los Quijos y de los Otavalos. Allí, el señor Urin Chillo (cargo político) poseía el principal grupo de mindalaes. Como se dijo anteriormente, la trascendencia de Quito no radicaba en su importancia como señorío, pueblo o unidad política, sino en su privilegiada situación geográfica, en el núcleo de una extensa red vial y en que constituía un centro de relaciones.
Los quitus podrían estar étnicamente relacionados con la Cultura de Cotocollao, cultura que se desarrolló entre el 1500 a. C.-300 a. C. Se conoce que la lengua hablada por los quitus antes de la invasión incaica era el idioma panzaleo (reconocible en numerosos topónimos en -(h)aló Pilaló, Mulahaló; -leo Tisaleo, Pelileo y -ragua / -lagua Cutuglagua, Tunguragua).
Los quitu, al igual que sus vecinos los cañaris, intentaron detener la invasión inca del sur, pero no lo lograron. A finales del siglo XV fueron vencidos por el Imperio Inca. El Inca Túpac Yupanqui usando el matrimonio por exogamia finalizaría el proceso de anexión política de los quitu, el territorio pasaría a llamarse Quitu o Quito debido a los originarios del sector, manteniendo este nombre durante la conquista de los incas y de los españoles.
Los Incas convirtieron a Quito en una ciudad importante de la zona norte del Tahuantinsuyo y tras la destrucción de Tomebamba se transformó en la segunda capital de imperio Inca. En este territorio ecuatoriano, fueron los primeros puntos geográficos en los que se comenzó a preparar la "chicha morada" y los figurines de maíz que también se consumían en el marco del Aya Marcay Quilla.
Las investigaciones revelan que gran parte de la zona en que hoy se halla asentado el Centro Histórico fue ocupada en tiempo del incario.
La forma de la ciudad se asemejaba a un jaguar, símbolo sagrado para aquel pueblo, razón por la cual la mayoría de ciudades incas tenían la forma del felino.
Los límites de la ciudad incaica de sur a norte eran: la loma del Yavirak o Shungu Loma (hoy Panecillo), donde se encontraba el templo del sol, hasta la loma del Huanakauri (hoy el barrio de San Juan) donde estaba el templo de la luna.
De este a oeste se extendía entre el Pichincha y la loma del Itchimbía. Debajo del actual convento franciscano se encontraba el palacio de Huayna Cápac y en la Plaza Grande, el Palacio de Atahualpa. El Aclla Huasi o "templo de las escogidas", ubicado hoy en el actual Convento de Santa Catalina.
Cuando llegaron los españoles al Tahuantinsuyo, el imperio inca estaba sumergido en una guerra civil provocada por la pugna de poder entre Atahualpa y su hermano Huáscar.
La conquista de los Andes septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. Se formaron dos expediciones, la de Pedro de Alvarado, desde Guatemala, y la de Sebastián de Belalcázar procedente del sur. Fue este último el que consiguió llegar primero y quien, el 6 de diciembre de 1534, fundó la ciudad de San Francisco de Quito en las faldas orientales del volcán Pichincha.
Diego de Almagro fundó Santiago de Quito el 15 de agosto de 1534 y días después, el 28 de Agosto del mismo año la Villa de San Francisco de Quito en los alrededores de Riobamba. Cerca de tres meses después el Teniente de Gobernador Sebastián de Belalcázar confirmó y ejecutó la fundación de San Francisco de Quito un domingo 6 de diciembre de 1534, en el lugar que los nativos llamaban "Quito", sobre las ruinas que dejó el General Inca Rumiñahui al enterarse de la muerte de Atahualpa y con el objeto de que los españoles no encuentren nada a su llegada. El mismo Sebastián de Belalcázar vigiló la construcción del templo provisional, el reparto de solares y otras labores que aseguraron el nacimiento de la naciente Villa, que al paso del tiempo sería la floreciente ciudad capital y sede político-administrativa de la Real Audiencia de Quito.
Solo hay dos cosas claras cuando se intenta responder aquello de qué quiere decir el nombre de esta ciudad: la una es que 'Quito' significa muchas cosas. Y la segunda es que usted puede, con todo derecho, agregarle su propio significado.Y es que en el fondo, según los expertos, el significado de la palabra aún sigue en construcción. A través de los años se han ido proponiendo varias teorías. Hoy, incluso, surgen unas nuevas y provocadoras.
En la memoria colectiva, la fundación de Quito se remonta a los tiempos legendarios de Quitumbe y sus primeros habitantes los Quitus, que más tarde se fusionaron con los Caras. La historia de Quito no empieza ni termina con la llegada de los conquistadores españoles, cuya presencia, a no dudarlo, constituye un importante hito en el curso de la milenaria trayectoria vivida por nuestro pueblo.
Los rastros prehispánicos desaparecieron con la llegada de los conquistadores españoles, pues tanto Rumiñahui un guerrero indígena, prefirió prender fuego a la ciudad antes de ser sometido y luego los españoles elevaron sus construcciones sobre los templos y edificios de importancia Inca.
El 6 de diciembre de 1534 los conquistadores españoles se asientan en la ciudad, es a partir de esa fecha que popularmente se celebra su fundación.
Se desconoce la etimología del topónimo. Sin embargo hay corrientes que intentan explicar el significado.
1) Según la historiadora Anne Collin, Quito proviene de una mitológica tórtola de una antigua leyenda aborigen conocida como "quitus". La ciudad no cambió su nombre con la llegada de los incas luego con la llegada de los conquistadores españoles sufriría una pequeña modificación de la letra "u", por la "o". Sin embargo el investigador Mauricio Quiroz señala esta explicación como no adecuada.
2) Por otro lado está el mito del Cacique llamado Quitumbe el cual provino de la costa ecuatoriana y fundó la ciudad de Quito
3) Otra hipótesis defiende que su denominación proviene de las lenguas Tsafiqui y Cha’fiki:
Fuente:
Wikipedia.
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