Nayón, tierra de agricultores, arrieros y comerciantes. Entre otros aquí se sembraban principalmente el maíz y en menor cantidad productos como: arveja, habas, garbanzo, fréjol, habilla, camote, papa, trigo, cebada, maní, oca.

También se daban chirimoyas, guabas, acuacates, tomates de árbol, sambo, zapallo, ají, soya, ataco, hierbas medicinales.

También cuidaban animales de granja como ganado bovino, ovejas, cabras, cuys, conejos, gallinas, chanchos.

Esta es una práctica ancestral que llevaban a cabo nuestros abuelitos y padres.

No era necesario una moneda de por medio simplemente la necesidad, el deseo de compartir y la solidaridad.

Es conocido que en su época, nuestros abuelos realizaban largos viajes, que podían durar semanas, para cambiar principalmente alimentos en otras regiones como el noroccidente de Quito, regiones del oriente y la costa.

Sus viajes eran a pie, quienes podían llevaban sus productos a lomo de burro y mula, otros tenían que cargar en sus espaldas la carga que preparaban con antelación e incluso llevaban sus hijos pequeños.

Diversos son los lugares donde los Nayonenses intercambiaban sus productos:

• Chillogallo: llevaban chirimoyas, guabas, guayabas, maíz, choclo, garbanzo, hierbas, sambo y zapallo; y traían papas, maíz, trigo.
• Pacto, Gualea, Nanegal, Urcutambo, Chontal: llevaban granos, harinas, arroz, sal, traían Escoba, Panela, leche, Queso y frutas como naranjas, mandarinas, plátano verde, papayas, maqueño.
• Pifo y Papallacta: llevaban carne con grasa seca y manteca de chancho, harinas, arroz, azúcar y traían papas, habas, mellocos, ocas.
• Ambato: llevaban guayaba, guabas, harinas, manteca y traían garbanzo, habas, arveja.
• Baeza: llevaban pan, bizcochos, harina, azúcar, sal, hasta perros (por la demanda en el oriente) y traían manteca y carne de cerdo, frutas como papaya, maqueño, naranjilla, pilches, en ocasiones pescado.

Los Nayonenses viajaban a otros lugares para producir en haciendas e intercambiar otros productos, por ejemplo:

• En Pululahua y Calacalí: cosechaban frutas como naranjas, papaya, chirimoyas, aguacate, panela, caña azúcar, recibían queso, leche, habas, arveja, fréjol, col, choclo y maíz.
• En Nieblí, Cachuco, Tanachi: cosechaban naranjas, mandarinas, aguacates, chirimoyas, caña de azúcar y producían panela.
• Si bien en nuestra comunidad aún funciona el trueque de alimentos, plantas o de algún accesorio que fuera de utilidad entre familiares, vecinos y amigos, esta práctica tomó más fuerza durante la pandemia del COVID19 intercambiando y compartiendo, alimentos, víveres, semillas, plántulas, plantas y accesorios.
• Hubo invitaciones a través de redes sociales o de boca en boca entre familiares y vecinos.
• Estos intercambios se han realizado tanto entre pobladores de la parroquia y con habitantes de otros lugares.

El Cambeo una forma de ayuda y solidaridad en la pandemia del COVID-19

El Sr. Darwin Juiña Presidente del Comité  Promejoras del Barrio San Francisco de Tanda, nos cuenta "se hizo una invitación a revivir esta actividad en vista de que la gente no contaba con mucho dinero producto de la crisis y por ejemplo intercambiamos en el barrio San Francisco de Tanda plantas medicinales, semillas de plantas comestibles por pan y viveres".

Otro caso es el de la familia Pilapaña, la Sra. Martha Chanatasig, envío a sus familiares y conocidos residentes en Gualea Víveres como arroz, atún, azucar, pan, avena, hierbas medicinales, granos desde Nayón y recibió Panela, Caña de azucar, Naranjas, Mandarinas, Plátano Verde, Plátano Maduro.

El Trueque de Plantas y semillas, una forma de colaborar para progragar variedades y evitar la escacez de plantas ornamentales.

Producto del efecto de la pandemia, las semillas de plantas han estado escaseando, por este motivo varios planteros han incrementado el intercambio de varias especies de plantitas para reproducirlas desde esquejes, ramas y hojitas.

Por otro lado otros planteros han decidido intercambiar insumos como maceteros y abonos por plantas.

Así por ejemplo el caso de La Casa del Bonsai que intercambia sus Bonsais por Maceteros especiales llegados de Asia.

Otro caso el del Vivero Passiflora intercambia helechos y suculentas por pequeñas plantitas tipo arbusto con La Casa del Bonsai. En ambos casos es para realizar una reproducción de aquellas plantas.

Adicionalmente varios pobladores intercambiaron los productos que iban produciendo en sus huertos, así por ejemplo Doña Teresa Gualoto del Vivero Laberintos intercambió legumbres y hortalizas por plantas frutales como naranja, mandarina, frutilla o uvilla que venían desde Tumbaco, Pifo y Yaruquí.

Conclusión

El Cambeo es una costumbre identitaria de nuestros pueblos que se ha ido transmitiendo de generación en generación y es nuestro deber preservarla, enseñarla y difundirla porque además en esta actividad están presentes valores como: la solidaridad, el respeto, la gratitud, la humildad, el diálogo, la consideración, la reciprocidad. Estos valores hoy más que nunca requieren ser cultivados en nuestra sociedad.