La final se vistió de Amarillo y Verde Nayón nuevo campeón Interparroquial de fútbol master U40 de la Asociación de Ligas Rurales de Quito.
El domingo 13 de Marzo se jugó la final de Fútbol Interparroquial del Torneo Piloto de la Asociación de Ligas Rurales, en el misma la Selección de Nayón se impuso en la fase de tiros penales a la Selección de Tumbaco por el marcador de 4 a 2.
El partido desde el inicio fue muy equilibrado. Ambas selecciones comenzaron a mostrar poco a poco sus armas para buscar anotar sin embargo las defensas contrarrestaron eficientemente los ataques de cada selección.
Tumbaco sería quien asustaría primero a la defensa de Nayón con un tiro libre ejecutado por “Chunchi” Caicedo cerca del área de Nayón, pero la figura del encuentro Byron Quijia portero de Nayón en una acción rápido atrapó el balón que había quedado suelta en el área chica. Tumbaco también probaría con la participación del jugador Tutalchá lanzando otro tiro al área de Nayón que fue controlado por Byron Quijia.
Minutos más tarde, Nayón comenzó a desarrollar un mejor juego con pases cortos en pared y pases largos para aprovechar la velocidad de varios de sus jugadores que se desplegaban al ataque. Wilson Peralta junto a Benigno Quijia siguieron armando ataques con pases largos, así Peralta logró sacar un centro que complicó al arquero de Tumbaco el mismo que sería despejado al tiro de esquina. El tiro de esquina fue cobrado por José Daniel Pillajo y complicó al arquero de Tumbaco. En otro ataque se provocaría otro tiro de esquina, el mismo que fue cobrado por Benigno Quijia y pegó en el travesaño de Tumbaco, emocionando a toda la hinchada. En la mitad del primer tiempo Jaime Anaguano saco otro tiro directo peligroso al área de Tumbaco causando susto en el equipo de Tumbaco.
En el primer tiempo, Tumbaco apelaría a la pelota parada con jugadas de tiro libre tratando de complicar en el área de su adversario, mientras que Nayón apelaría a un juego más directo buscando aprovechar la velocidad de sus jugadores que intentaban jugar a la línea final del área de Tumbaco con pases cortos y largos.
Producto del juego intenso y del estado de la cancha varios jugadores sufrieron los estragos del trajín del partido con cansancio y lesiones que obligó a los técnicos a hacer varios cambios.
El segundo tiempo se inició de una forma un poco más relajada. Ambos equipos estaban conscientes de que debían tomar precauciones y no arriesgar mucho a sus sistemas defensivos producto del cansancio producido en el desarrollo del partido. Sin embargo Tumbaco intentó manejar el partido presionando en conjunto al equipo de Nayón tratando de llevarlo a su área. Jorge Cifuentes y Jonathan Reinoso lideraron la defensa de Nayón apagando los ataques que intentaba producir Tumbaco en donde fue el Jugador Santiago Loza el que más intentaba hacer daño a la defensa.
El ingreso de Pablo Sotalín en el segundo tiempo y de su hermano Oscar Sotalín produjo un equilibrio en el medio campo de Nayón, ambos comenzaron a manejar con mayor tranquilidad las jugadas tanto en el momento de defender en bloque como en el momento de producir jugadas de ataque con balón parado.
Por el otro lado Tumbaco sacó a su delantero más importante Tutalchá que ya lucía cansado e ingresó al medio campista Rubén Hidalgo para intentar recuperar el control de medio campo que había perdido de forma temporal. Producir jugadas de ataque más directos se convirtió para ambos equipos en una actividad más conservadora y en la finalización del partido, ambas escuadras trataron de asegurar el paso hacia el lanzamiento de tiros penales.
El árbitro del encuentro decretó la finalización del partido en los 90 minutos reglamentarios y de esta manera ambos equipos se prepararon para escoger a quienes serían los ejecutantes de los tiros penales. La algarabía de la hinchada de ambas selecciones se hacía sentir en el estadio que relució repleto para esta final. Se apreció los rituales y cábalas del fútbol, algunos encomendándose al todo poderoso y otros luciendo artículos como amuletos ante el nerviosismo de lo que se venía.
En los tiros penales apareció la figura del portero de Nayón, Byron Quija quien atajaría de forma espectacular 2 tiros penales muy bien cobrados por parte de Tumbaco, sin embargo Quijia demostró que aún mantiene su agilidad intacta a pesar de los años. Oscar Sotalín inició marcando para Nayón, luego anotó Benigno Quijia, seguidamente Jaime Anaguano. A este punto Tumbaco había fallado dos penaltis y solo había convertido uno. Edmundo Quijia tuvo la oportunidad de sellar la victoria para Nayón, pero desafortunadamente su tiro salió desviado por el vertical derecho. Seguidamente, Tumbaco anotaría otro penal que le permitían revivir las esperanzas de empatar el marcador en los penales. El turno del próximo tiro penal fue para Pablo Sotalín quien con mucha tranquilidad, producto de toda su experiencia, anotó el gol que dedicó a su padre fallecido meses atrás, y que sellaría el Campeonato de Nayón con el marcador 4 - 2. En seguida todo el equipo de Nayón corrió a abrazarse y festejar con la hinchada que se encontraba alentando durante todo el partido y se deshagó en gritos, cánticos y bailes producto de la alegría de volver luego de 2 años de pandemia a celebrar partidos interparroquiales con su gente.
Minayon.com felicita y agradece de la manera más sincera a los jugadores de la selección, cuerpo técnico, directivos y toda la afición que acompañó y alentó de cerca y desde distintos puntos del país y del planeta, en este importante hito deportivo de la parroquia de Nayón.
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